El Patio Banderas sería al Alcázar como el patio de armas a la torre del homenaje en los castillos medievales. En cuanto a su nombre, dice Fernán Caballero en su libro El Alcázar de Sevilla, de 1867: «…el origen de este sonoro nombre hemos podido averiguar, redúcese a que es debido a un haz de banderas que sobre la puerta hubo en otros tiempos pintado al fresco…..».A pesar de esto, fue rotulada como Plaza Grande hasta que en a finales del S.XVIII el escritor Pablo de Olavide la nombró en plano como Patio de Banderas, porque así era como se conocía.
Con la Exposición Iberoamericana de 1929 se llevó a cabo una reforma que le dio su aspecto actual, con el pavimento de albero, una calle por donde circularon coches hasta finales del S.XX y una fuente central. Trabajos arqueológicos realizados entre 2008 y 2009 sitúan el primer asentamiento humano de Sevilla en la primera mitad del S.VII a.C.
Este imponente patio rodeado de murallas, actualmente es un espacio muy visitado por ser la salida de las visitas del Alcázar, porque tiene acceso directo a la antigua Judería y porque todos los visitantes buscan un gran arco de medio punto que se abre en la muralla y que es conocido por sus maravillosas vistas de la Catedral y la Giralda como La Puerta del Paraíso.