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Entrar en la Seo sevillana es sumergirse en el maravilloso y estimulante mundo del arte. Es uno de los centros artísticos más importantes de España y en su interior se congregan infinidad de obras, muchas de ellas auténticas obras maestras que se encuentran entre las mejores obras artísticas del mundo.
Los visitantes podrán sumergirse con nuestros tours en los distintos periodos artísticos y estilísticos de la Magna Hispalense, adentrándose en las entrañas de una de las Catedrales más grandes del mundo. Historia, arte, anécdotas y leyendas serán contados por nuestros guías para transmitir sensaciones y emociones únicas que quedarán en la memoria de todos los visitantes.
La Catedral de Sevilla es, arquitectónicamente, una obra de arte en sí misma que guarda un tesoro artístico extenso, a la altura de los mejores museos del mundo, un tesoro que abarca diferentes disciplinas artísticas como pintura, escultura, orfebrería, rejería, vidrieras, yeserías, ebanistería, textiles, libros, artes decorativas, etc., que se expresan formalmente en diferentes estructuras como altares, retablos, cuadros, pilares, pilastras, cúpulas, tímpanos, suelos, puertas, enseres eclesiásticos, ropajes, imágenes sacras… y que completan una vasta iconografía, tanto eclesiástica como civil, que se dilata ya durante más de cinco siglos y que componen un impresionante catálogo de obras de arte que comprende desde el periodo almohade hasta el regionalista.
Como se dice en Sevilla, la Catedral bien valdría una Licenciatura. Es un relicario de arte, un joyero de obras maestras, una imponente obra divina, un espectáculo artístico que todo ser humano debería visitar al menos una vez en la vida.
Arquitectónicamente, una cúpula es una bóveda que cierra el techo de parte de un edificio y que suele tener forma de media esfera o similar.
Así, hay que hacer mención de 4 espacios resueltos magistralmente y que poseen una belleza exquisita.
A principios del S.XVI se hunde el primer cimborrio de la Catedral, que será reconstruido siete años después, pero en 1888, un terremoto hizo que se derrumbara de nuevo, destruyendo parte de la bóveda del crucero, que será reconstruida según el diseño original. Con 40 metros de altura, esbelta, elegante y decorada con tracerías góticas, bajo su cielo se puede contemplar la evolución arquitectónica del ser humano.
La Sacristía Mayor está diseñada por Diego de Riaño en el S.XVI y es una de las obras más importantes del Renacimiento español. La cúpula, que fue terminada por Martín de Gainza, descansa sobre pechinas y da paso a una planta de cruz griega. Destacan los relieves que representan el Juicio Final entre una amplia iconografía eclesiástica.
La Capilla Real se encuentra en la cabecera del templo. La solemne cúpula renacentista, que fue realizada por Hernán Ruiz II en la segunda mitad del S.XVI, cubre un espacio cuadrado al que se suma un ábside semicircular. Destaca la decoración a base de casetones con cabeza de reyes.
De belleza serna y contenida, terminada por Asensio de Maeda en la segunda mitad del S.XVI, tiene forma elíptica, y cubre idéntico espacio en planta. Entre los casetones, perfilados en negro y dorado, se encuentran nueve lienzos que el Cabildo encargó en el S.XVII a Murillo. A la que se piensa en la más hermosa de las Inmaculadas que creó el pintor, le acompañan ocho santos sevillanos: San Fernando, San Leandro, San Laureano, Santa Rufina, Santa Justa, San Pío, San Isidoro y San Hermenegildo.
Con 138 vidrieras, también llamadas vitrales, la Catedral de Sevilla es una especie de museo donde se puede ver la evolución histórica de esta técnica desde el S.XV hasta el S.XX. Este conjunto conforma una unidad iconográfica preconcebida que se fue desarrollando a medida que avanzaba la construcción de la Catedral.
Las vidrieras responden a los espacios que se forman de su peculiar arquitectura del templo, dando lugar a 10 tipo de vidrieras y 3 rosetones diferentes.Los visitantes podrán contemplar la belleza de las vidrieras en el recorrido por las Cubiertas de la Catedral, donde nuestros guías explicarán detenidamente todos los estilos vítreos.
De finales del S.XV son las vidrieras más antiguas, las que realizó Enrique Alemán, y que se encuentran están en la parte oriental de la Catedral, están enmarcadas por doseletes góticos.
Las vidrieras del Altar Mayor, realizadas por Jean Jacques y colocadas a principios del S.XVI, serían las primeras de este estilo. Los maestros Arnao de Vergara, Arnao de Flandes, Carlos de Brujas y Vicente Menardo, se repartieron la autoría del resto de las más de 40 vidrieras renacentistas, repartidas por todo el templo.
Los siglos XVII, XVIII y XIX no fueron prolíferos. Las 12 vidrieras barrocas las realizaron entre Juan Bautista León y Mateo Martínez, mientras que la única vidriera neoclásica, de principios del S.XIX, es anónima.
A finales del S.XIX, la casa alemana Zettler de Munich acometió la obra de varias vidrieras nuevas, trabajando bajo los diseños de José Gestoso. Entre las nuevas vidrieras se incluyen las tres desplomadas en el terremoto de 1888. Debido al estado en el que se encontraban las vidrieras a finales de este siglo, el Cabildo ordenó un programa de restauración, a la vez que aprovechó para concluir algunas que estaban pendientes. La restauración fue encargada a la casa Maumejean, que además realizó algunas vidrieras nuevas, contando entre sus operarios con Otto Kruppel y Vicente Prianes.
Con más de 800 obras, muchas de ellas de primera calidad, la Catedral de Sevilla está considerada la segunda pinacoteca más importante de Sevilla y una de las más destacadas de España. Tanto el Cabildo catedralicio, así como las familias adineradas que utilizaron la Catedral como sede de sus enterramientos y que en muchas ocasiones donaban sus colecciones postmorten, contribuyeron a la dilatada cantidad de obras, que abarcan desde el S.XV al S.XX.
Entre las pinturas más antiguas, de finales del S.XV, se encuentran dos lienzos de la Virgen de la Antigua. Durante el S.XVI se ampliaron los fondos de la pinacoteca catedralicia gracias al enriquecimiento de la Catedral por el comercio con las Américas, con obras de autores como Alejo Fernández, Pablo de Céspedes y Pedro de Campaña. El barroco se encuentra representado por pintores como Herrera El Viejo, Murillo o Zurbarán, entre otros. Matías Arteaga y Lucas Valdés destacan entre los cuadros de la escuela española del S.XVIII. La representación de las santas Justa y Rufina de Goya es la obra más importante del S.XIX. El S.XX, solo una monumental pintura: la Alegoría de la Inmaculada.
El fondo pictórico es tan extenso, que es imprescindible la visita con nuestros guías para que el visitante pueda apreciar con productividad el recorrido histórico e iconográfico de la pintura catedralicia.
Visita su Historia, sus puertas, sus altares y sus obras de arte.
Con nuestro tour descubrirás con todo detalle unos de los lugares más hermosos del mundo.
Con diez puertas de acceso y planta rectangular, constituye un modelo de Catedral que influyó en muchas catedrales novohispánicas tras la conquista del Nuevo Mundo.
La Catedral de Sevilla fue creada como una locura arquitectónica, siendo la Catedral gótica más grande del mundo. Recorrer su interior, con nuestros tours,es un verdadero estímulo para los sentidos de cualquier visitante.
Descubre la historia de la Catedral de Sevilla a través de los siglos y los distintos periodos históricos por los que ha pasado, desde el Almohade hasta la actualidad.
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